sábado, 26 de febrero de 2011

Ya no se mide el ruido en Asturias

La contaminación acústica es posiblemente la principal consecuencia de un excesivo número de vehículos en la ciudades, o al menos la más palpable. Y fue precisamente el ruido lo que ha hecho ponerse en pie de guerra a la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies. Hace dos años la Consejería de Medio Ambiente dejó de facilitar datos sobre contaminación acústica y la plataforma ecologista solicitó a la Fiscalía de Medio Ambiente que investigue las causas de este cambio.

Hasta el primer trimestre de 2009 un total de 13 estaciones de control de la contaminación del Principado, distribuidas por los principales núcleos urbanos de la región, efectuaban mediciones del ruido y de otros indicadores de contaminación como las partículas del aire. Ahora la contaminación dejó de medirse por estos medios.

Estos aparatos de medición de la contaminación acústica estaban insertados en las estaciones junto a otros que medían la suspensión de partículas en el aire. En Oviedo hay cuatro estaciones, otras cuatro en Gijón, una en Avilés, Mieres, Cangas del Narcea y San Martín.La Unión Europea contempla como nivel máximo de ruido en las ciudades los 65 decibelios por el día y los 55 decibelios por la noche, valores que fueron rebajados en cinco decibelios recientemente por la legislación española, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece los 65 decibelios como límite de tolerancia al ruido.

Y los datos de la contaminación acústica asturiana hasta 2009 no son muy esperanzadores.

La Consejería de Medio Ambiente consideró que en muchos casos, sobre todo cuando hay poco ruido fuera, los sonómetros se limitaban a registrar el ruido que emitían los equipamientos de dentro de la caseta, como ventiladores y equipos de refrigeración, y servían para confundir los datos. También dicen que la obligación de medir el ruido es de los ayuntamientos.

Fructuoso Pontigo, el portavoz de la Coordinadora, no se conforma con esta explicación, que califica de “disculpa peregrina” y se pregunta por qué los datos sobre contaminación acústica medidos por estas estaciones ofrecen valores tan dispares en el Parque Purificación Tomás y en el Palacio de los Deportes si se supone que están midiendo el sonido que producen sus equipos.

La Coordinadora Ecoloxista se decidió a presentar la denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente en vista de los antecedentes de otras autonomías donde se modificó la ubicación de estaciones de control del ruido. La plataforma alerta de que el Principado, al eliminar las series históricas que aportaban los sonómetros, dificulta el seguimiento y los estudios científicos sobre contaminación acústica en la región y se hace eco de un informe de la OMS que, aseguran, “establece una correlación entre los episodios de bronquitis y el ruido en las ciudades”.

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