viernes, 28 de diciembre de 2012

La identidad visual de Feve

Cuando parece, que si nadie lo remedia, Feve será defenestrada como empresa ferroviaria, vamos a abordar en este blog un tema que no tiene que ver directamente con las políticas de movilidad,  pero que creemos que os puede resultar interesante, la identidad visual o corporativa de Feve.

Comenzaremos aclarando el significado del acrónimo Feve, que contrariamente a lo que piensa la mayor parte del público, no es Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha, sino simplemente Ferrocarriles de Vía Estrecha. Si acudimos al Decreto-Ley 11/1965 que dió lugar a la creación de Feve, se puede leer ya en su artículo primero:
Ferrocarriles de Vía Estrecha, abreviadamente FEVE, es una entidad de derecho público adscrita al Ministerio de Obras Públicas, con personalidad jurídica y patrimonio propios, que se rige por las disposiciones del presente Decreto-ley, Reglamentos que le desarrollan y por las de la Ley de veintiséis de diciembre de mil novecientos cincuenta y ocho de Régimen Jurídico de las Entidades Estatales Autónomas.


 Pero dejémonos de historias legales, y vayamos al tema. Durante sus 47 años de vida, Feve se ha caracterizado por tener muy pocas idéntidades corporativas, tres en concreto, y las cuales han tenido una característica común, la solidez y facilidad en su reconocimiento por parte de las personas.

1965 - 1989, la época del desvío.

Poco después de su fundación, Feve estrenó su primera identidad visual, y para muchos la más bonita y que nunca debió haber abandonado. Se componía básicamente de un círculo en el que se representan dos vías unidas por un escape, se acompaña de la marca FEVE (en mayúsculas), todo ello en color azul. A pesar de que las letras que configurar la marca, el logo podría haber seguido per se por que además de adaptarse a todo tipo de tamaños, sellos, uniformidad.

Acompañado a ello comenzó a pintarse el material con una librea de tipo institucional en azul marino y blanco, en lo que llegó a denominarse el "Azul Feve", aunque en algún caso se sustituyó el blanco por amarillo. Durante esa época el logo apenas tenía protagonismo, ocupando un lugar secundario junto al número del vehículo. Durante aquellos años, lo más probable es que se buscase una uniformidad en los colores para un parque de vehículos tan pintoresco y caótico que talmente podría decirse que cada  vehículo era de un padre y una madre diferentes.
Decoración Feve Norte años 80. Imagen Vía Libre.

Fué con la llegada de los años 80 cuando se comenzó a experimentar con el logotipo (y no con la marca) al mismo tiempo que comenzó una renovación completa del parque con vistas a racionalizar la explotación. Aparecen por tanto unos colores nuevos y muy ochenteros para el material de Feve "Norte", a base de blanco, gris, marrón y naranja; mientras que para Feve "Sur", los esquemas de pintura erán iguales pero cambiando el marrón y naranja por azul en dos tonos. Hay que hacer constar que por aquellos tiempos, Feve todavía administraba la red de vía estrecha de Levante, no habiéndose transferido competencias a la Generalitat Valenciana, ni al Consell des Illes Balears. Sin embargo, la decoración Feve Sur apenas fué aplicada los trenes diesel MAN, no siendo aplicada, por ejemplo en los automotores Ferrosthal de la red mallorquí, o en las nuevas unidades de la serie 3600 compradas para la red valenciana.

1989 - 2005, el güevo frito.


Al final de la década de los ochenta, se decidió un cambio radical de imagen. Para ello se encargó al reputado diseñador Alberto Corazón una nueva (y rompedora) imagen corporativa. El resultado era una logomarca muy moderna basada en líneas y angulos rectos, en el centro se remata con un mal llamado rombo amarillo, que en realidad es un cuadrado apoyado sobre uno de sus vértices, lo que le valió el mote de güevo frito. En cierta medida recuerda al que el propio Corazón diseñó para la editorial Anaya.

Este logo vino acompañado de una nueva política de mobiliario de estaciones, cartelería y libreas del material, abordando un nuevo color corporativo, el amarillo. Sólo las unidades de la serie 3800 se pintaron en un color diferente al amarillo, siendo aplicado el patrón de librea en verde, lo que valió que algunas personas las llamasen "Pictolines", por su parecido al envoltorio de caramelo mentolado.




UTE 3500 saliendo de Requejada - Polanco con la librea amarilla. Foto JP Vergez - Larrouy.
A partir de mediados de los años 90, se comenzó una política un tanto errática en la que el cuadrado amarillo comienza a desaparecer, y a aparecer. En mi opinión, la palabra Feve en negro aportaba una imagen más intemporal que con el famoso huevo frito. Con el programa de modernización del material emprendido a partir de 1998, se abandona el color amarillo para el material autopropulsado, optando por un azul marino oscuro para el material diesel, y un granate para el material eléctrico.





Cabe destacar que durante este tiempo apenas se varió el diseño de la señalética, a parte de la actualización del diseño de algún indicador de apeadero (muy populares y prácticos a la hora de ir a tomar el tren a un apeadero. También durante esa época destaca que se utilizase el color salmón a la hora de pintar los edificios de las estaciones, en lugar del amarillo  que se venía utilizando hasta el momento. Durante el comienzo del nuevo siglo, el equipo directivo durante la época de Francisco Álvarez-Cascos como ministro, introdujo una nueva modificación en el logotipo. La logomarca vió de nuevo aparecer el "güevo frito"amarillo, el cual venía acompañado por una sombra de color ocre.


Desde un primer momento, esta modificación se usó exclusivamente en la papelería de la empresa, como las tarjetas de visita, publicaciones, y folios de trabajo, aunque, por ejemplo, en la documentación de la Dirección de Circulación, nunca apareció.

En los folios A4, venía rematada por el cuadrado cortado a la mitad, con su sombra, en la parte inmediatamente más baja de la hoja. Personalmente, sólo he visto estos folios utilizarse en las estaciones, para hacer las liquidaciones de final de turno, incluso, ya entrada la época del nuevo logotipo. Este logotipo fué abandonado por la nueva dirección, ya con la entrada en el Gobierno del Estado del  PSOE, volviendo al logo sin el cuadrado amarillo. 

2005 - 2012, el limón.

Con la llegada de los socialistas al Gobierno, el nuevo equipo directivo de Feve, toma la decisión de renovar la estructura interna de la empresa, pasando del modelo tradicional de empresa ferroviaria, al de gestión por actividades. Para apoyar este cambio, se presenta en septiembre de 2005 una nueva identidad corporativa, con logo y marca, y basada en los colores tradicionales de Feve, azul (pantone 295) y amarillo (pantone 109), recuperando de esta manera el color azul histórico de Feve, y que había conservado, en un tono diferente, en la librea del tren de lujo "El Transcantábrico".




UT 3813, la primera en recibir la nueva imagen. Feve.
Por la partícular forma del logotipo, pronto fué bautizada por los ferroviarios como limón, aspecto que toma fuerza, si se observa la presencia abultada del amarillo chillón en trenes y estaciones durante esta nueva época. Los trenes recibieron una nueva librea asimétrica, en blanco, azul y amarillo, rematada por un gran vinilo del logotipo cortado (opción recogida en el manual de imagen corporativa, siempre y cuando no distorsione la marca). Es curioso, que si bien  en un primer momento no estaba contemplado de tal manera, las locomotoras tienen el techo pintado de azul, pues tras un primer ensayo en la Alsthom 1660, que tenía el techo en blanco, se juzgó que era demasiado sucio, y se pintó el techo de color azul, quedando un resultado muy llamativo, y en algunos casos que rejuvenece el material. Ese ejemplo fué seguido con las dos UTDH 2350 que se adquirieron de segunda mano a FGC, y de una manera muy partícular con las UTE 3300, dónde la librea adopta los colores corporativos, pero de manera muy diferente. 

Las UTE 3300 cuentan con una librea partícular.
En las estaciones se renovó la pintura y cartelería con dominio del amarillo chillón y la inserción, de manera más o menos discreta del azul. Cabe destacar la aparición del contorno del logotipo en los colores corporativos, un elemento que dota de gran personalidad el mobiliario de las estaciones. 

Para su implantación, se aprovechó el proceso de instalación de controles de acceso que en ese momento se estaba llevando a cabo, utilizando además la técnica del reciclaje de soportes, por lo que los antiguos letreros fueron retirados de sus soportes, y convenientemente adaptados a la nueva identidad con un vinilo. En el caso de bancos y papeleras, se dió una capa de pintura con los nuevos colores. Todo esto contribuyó a limitar el gasto para implantar la nueva imagen, la cual, todavía no ha alcanzado todas las estaciones y apeaderos de la red, siete años después de ser implantada.

La uniformidad no sufrió variaciones importantes, a no ser la presencia del logotipo bordado en las camisas y chaquetas, y en las placas identificativas.

 2013 - ????: Renfe - Feve.

Tras el cambio de gobierno en La Moncloa, el nuevo gobierno decidió tomar medidas para la racionalización y mejora de la competitividad del sector ferroviario, siendo una de ellas la integración de Feve en Renfe Operadora y Adif, y su consiguiente liquidación como empresa. De los diferentes escenarios previstos, se optó por que los trenes y personal operativo se quede con la aberrante marca Renfe Feve. 

Esta opción, incluye la incrustación dentro del logo de Renfe Operadora del limón de Feve, acompañada de la palabra feve, en minusculas, y escrita en Renfe Vialog, colocando erronéamente el limón a la izquierda de feve, cuando debería ir a la derecha. Según declaraciones del presidente de Feve, la marca no supondrá variaciones sustanciales en los trenes y estaciones ya que se usarán pegatinas para sustituir los logotipos.

Quizás este sea el comienzo del fin de Feve, una palabra que para muchos nos quedará asociada al ferrocarril de vía estrecha, al tren familiar, sin grandes aspiraciones, de no muy buena reputación, pero que siempre supo existir con unos recursos muy limitados, demostrándo durante mucho tiempo, que otro ferrocarril público es posible.