viernes, 29 de julio de 2011

Eliminados los semidirectos entre Gijón y Laviana

El ferrocarril de vía estrecha asturiano llora una pérdida. Hoy dejaron de circular los trenes semidirectos de Feve que unían Gijón y Laviana. Estos servicios conseguían reducir el tiempo de viaje de 75 a 55 minutos entre las dos localidades, con solo seis paradas en el trayecto. Entre Gijón y La Felguera el viaje sin paradas dura 35 minutos frente a los 53 que se tarda con ellas.

Los trenes semidirectos pasaron a formar parte de la línea entre Gijón y el Valle del Nalón con la remodelación de horarios del verano del 2010. Seis diarios en sentido Gijón-Laviana y cinco en el inverso, de lunes a viernes, estratégicamente situados en las horas punta.

Aunque Feve globalmente haya perdido viajeros en Asturias, la aceptación de los trenes semidirectos ha quedado demostrada. Como comentábamos en la anterior entrada, es lógico pensar que si se tarda menos se viajará más en tren.

Las razones esgrimidas por Feve apuntan más a la operatividad. Los tramos de vía única entre Gijón-La Florida y La Felguera-Laviana hacen difícil que se crucen los trenes, y uno de los tramos de la línea en vía única estará aún más saturado cuando entren en servicio los trenes entre Gijón y Pola de Siero.

La solución es ser más ambicioso. En caso contrario no se ganarán viajeros, no se invertirá más... y será la pescadilla que se muerde la cola. Y Feve aspira a ser una compañía de transporte metropolitano del siglo XXI.

Una curiosidad: Una parte del recorrido de los trenes semidirectos Gijón-Oviedo, entre Gijón y El Berrón, transcurre por esta línea, compartiendo las paradas de Gijón, Noreña y El Berrón. En el horario de bolsillo antiguo no se incluían estos trenes por ser tan pocas las paradas que comparten. Ahora los incorporaron y el horario Gijón-Laviana parece más abultado aunque la línea esté de luto...

martes, 26 de julio de 2011

El tren-tran del Nalón necesita un matiz

El tren-tran de Las Cuencas Mineras de Asturias ha vuelto a convertirse en objeto de discordia. A unos les parece una excelente idea para trazados como Gijón-Laviana a su paso por las poblaciones del Valle del Nalón y otros lo ven ineficiente. Una de las alternativas es que el soterramiento de Feve en Langreo, que ya está en obras, se extienda al tramo entre Sama y Laviana.

Detrás del cruce de declaraciones se esconde un acuerdo de fondo: todos creen necesario mejorar el trazado de Feve en Las Cuencas. Unos quieren hacerlo ya y otros prefieren esperar a un momento económico mejor, ya que la prioridad de este momento es crear empleo. Sea como sea, si la intención es buena llegar a acuerdos puede ser más fácil de lo que parece.

Un tranvía es un trazado ferroviario que se integra con el tráfico de las ciudades. En vez de pasos a nivel, tiene simples pasos de peatones donde el semáforo se pone en rojo cuando va a pasar el tren. El tráfico rodado se cruza con los raíles como si se tratase de una calle más (eso sí, una calle con preferencia) y también en este caso basta un semáforo en rojo para avisarte de que no puedes pasar.

Para soportar esto, el tranvía tiene que circular a una velocidad máxima que ronda los 30 kilómetros por hora. Si no es así es imposible dar un frenazo de emergencia en el caso de que un niño, un conductor o un peatón descuidados invadan la vía cuando no deben hacerlo.

El proyecto de tren-tran implica que el trazado ferroviario se va a convertir en un tranvía a su paso por los núcleos urbanos de Sotrondio, Blimea, Barredos y Laviana. En Ciaño y El Entrego Feve apenas interfiere con el casco urbano y en Sama y La Felguera se soterrará.

Al mismo tiempo, la mejora de los tiempos de viaje (se supone) es el principal objetivo que debe debe perseguir la inversión en una infraestructura ferroviaria. El propio consejero de Infraestructuras del anterior Gobierno del Principado de Asturias reconoció que en este caso no es así, y posiblemente ahí reside el punto débil del proyecto.

El corredor de Feve que cruza el Valle del Nalón no solo es una línea que presta un servicio comarcal (a los concejos de Langreo, San Martín y Laviana); está integrado en una línea más larga, Gijón-Laviana. Precisamente uno de los objetivos de Feve es mejorar la competitividad de su servicio acortando los tiempos de viaje entre estas dos localidades. En su última remodelación de horarios relevante incluyó cinco servicios semidirectos diarios que reducen el viaje de 74 a 55 minutos.

El proyecto del tren-tran (quizás un nombre más acertado sería: mejora ferroviaria en el Nalón) es una oportunidad para el valle minero, pero debemos tener cuidado para que no afecte a los tiempos de viaje de la línea. Al contrario, debe servir para acortarlos. Posiblemente el tranvía tradicional no deba circular a 30 km/h por el parque entre Sotrondio y Blimea o por el centro de Barredos. Se hace necesario innovar sobre el concepto de tranvía o de mejora ferroviaria para que ganarle minutos al viaje no se caiga de la lista de objetivos a alcanzar.

Quienes defienden el tranvía buscan una mejora urbanística y de la calidad de vida. Quieren sanear el entorno de las vías y en definitiva construir espacios urbanos más transitables.

Imágenes: Trazado de Feve entre Sotrondio y Blimea, un tren circulando por el casco urbano de Sotrondio y paso a nivel y estación de esta localidad.

martes, 12 de julio de 2011

Historia de una pasarela en Trubia

En Trubia ansían disfrutar de una pasarela peatonal en condiciones sobre el río Nalón, que comunique los barrios de Soto y Godos con el centro del pueblo. Parecía que este año era el definitivo, ya que la pasarela tenía asignada una partida presupuestaria de 500.000 euros, pero ahora ven que la promesa se tambalea y se han puesto en pie de guerra.

Los vecinos han relatado su problema al grupo de Urbanismo del movimiento 15-M en Oviedo.

El puente de Trubia forma parte de la antigua línea de ferrocarril Oviedo-Trubia, construida en el siglo XIX y actualmente desmantelada. Desde que fue levantado, el puente también es útil para la movilidad de los vecinos del pueblo, pues es el camino más corto entre el centro de Trubia y los barrios de Soto y Godos. Tal es así que en los años 50 se habilitó un paso peatonal de hierro y chapa de algo más de un metro de anchura.

Desde 1991, cuando fue desmantelada la vía férrea, este puente está abandonado y ha dejado de ser transitable. Los vecinos de Soto y Godos tienen que dar un rodeo de tres kilómetros para ir a Trubia por no poder utilizarlo. Por eso en 2006 el gobierno municipal prometió arreglarlo y convertirlo en una pasarela peatonal, e incluso asignó un presupuesto a tal efecto. Como las obras no se iniciaban, los vecinos pidieron explicaciones al Ayuntamiento y este replica que va a exigir al Adif la entrega de la infraestructura "en perfectas condiciones".

Al mismo tiempo, una vecina se dirige al defensor del pueblo, que obliga a que Ayuntamiento y Adif negocien. El organismo ferroviario se defiende planteando un recurso contencioso-administrativo.

A finales de 2010 la reivindicación cobra fuerza nuevamente. La formación política Izquierda Unida se interesa por el problema y consigue que el Ministerio de Fomento (que gestiona Adif) apruebe una partida de 500.000 euros para repararla en los presupuestos de 2011.

En mayo de 2011 Adif, a pesar de tenerlo teóricamente todo en orden para iniciar las obras, ordena que su recurso contencioso-administrativo contra el Ayuntamiento siga adelante. Una semana antes de la reunión los vecinos se reunieron con el delegado del Gobierno en Asturias, que les informa de que la partida de 500.000 euros aprobada en realidad está colocada en el capítulo de carreteras y no en el de ferrocarriles como debería ser. Fomento ha defendido que no es más que un fallo burocrático.

El puente también tiene valor como patrimonio industrial y que fue diseñado por un discípulo del
arquitecto Gustave Eiffel.
Imagen: Asociación de Vecinos de Trubia.